Muere Miguel Cortés, el presunto feminicida serial de Iztacalco, en Ciudad de México
La policía de la capital informa de la muerte del reo, vinculado a siete asesinatos, por un “paro cardiorrespiratorio” después de una “caída” en prisión


La policía de Ciudad de México ha informado este domingo de la muerte de Miguel Cortés, detenido el año pasado en la alcaldía Iztacalco, en el oriente de la capital, por el asesinato de una menor y el intento de asesinato de su madre, vecinos todos del mismo inmueble. Tras su detención, los agentes encontraron en la casa del acusado indicios del asesinato de más mujeres, ganándose así el sobrenombre de feminicida de Iztacalco. Su caso ilustraba las carencias de las autoridades de la capital, incapaces de detener a un delincuente que habría estado operando más de 10 años, en la más absoluta impunidad.
Cortés ha muerto de un “paro cardiorrespiratorio” en prisión, según ha informado la Secretaría de Seguridad Ciudadana, gestora de las cárceles de la capital. “En el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, personal de Custodia Penitenciaria reportó la caída y contusión" de Miguel Cortés, ha informado la dependencia, “por lo que rápidamente fue trasladado al servicio médico del centro penitenciario y posteriormente al Hospital General de Iztapalapa, donde, tras la valoración, fue diagnosticado sin signos vitales por posible paro cardiorrespiratorio”, ha añadido.
Hasta su muerte, la Fiscalía le acusaba del asesinato de siete mujeres en total, incluyendo a María José, de 17 años, su última víctima, ocurrido a plena luz del día, en la casa de esta última, hace ahora un año. El presunto feminicida aprovechó una mañana la salida de casa de su madre, Casandra, y entró a la vivienda. Abusó de la menor, pero justo volvió la madre, que trató de defenderla. El asesino acabó con la muchacha a cuchilladas y trataba de hacer lo mismo con Casandra, pero los vecinos, en la calle, extrañados por el escándalo, llamaron a la policía.

A su llegada, los agentes dieron con Miguel Cortés y le detuvieron. En el registro posterior de la casa, los peritos de la Fiscalía encontraron huesos humanos, manchas de sangre, rastros biológicos, un serrucho, libretas, identificaciones oficiales de mujeres, teléfonos celulares, discos compactos y una memoria. “Los indicios localizados nos señalan claramente la existencia de un posible feminicida serial, quien estaría relacionado con la desaparición de varias mujeres”, dijo entonces el fiscal, Ulises Lara.
En un comunicado divulgado este domingo en la noche, la Fiscalía ha informado de que el acusado tenía precisamente hoy una audiencia para ver si el juez le procesaba “por los casos de dos de las víctimas”, sin dar más detalles. La dependencia ha dicho que el acusado no se ha presentado porque la policía le había llevado al hospital, después de “haber sufrido una caída en su celda”.
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