La pesadilla de Lucía se repite en 'La última tentación'
Está siendo la edición con menos sustancia, aunque las villas han empezado por fin a implosionar en el programa 5, emitido esta noche en Telecinco
Comparada con las dos entregas anteriores del formato , ‘La última tentación’ está siendo la edición con menos sustancia, aunque las villas han empezado por fin a implosionar en el programa 5 , emitido esta noche en Telecinco. Salvo Andrea, cuyo talento para coronarse como dueña y señora del ‘show’ es innato y no ha decepcionado en la nueva versión. Ya le ha cundido su estancia en el paraíso para besarse con Manuel, tontear con Óscar (pasando después olímpicamente de él), y olvidarse que en Villa Luna la espera un novio llamado Roberto. Y por si fuese poco, el debate del lunes mostraba unas imágenes inéditas con otro bombazo. «Tu le has puesto los cuernos a tu novio conmigo», increpaba Cristian Jerez durante una de las fiestas de Villa Playa. Visiblemente cabreada, la catalana negaba la mayor ante la acusación. «Eres un mentiroso, todo el mundo lo sabe», cargaba contra su ex lío, asegurando que cuando pasó el encuentro ella no estaba aún con su pareja y admitiendo que sí le ha puesto los cuernos con Manuel.
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Otra que tal baila es Fani, reincidente también en lo de poner los cuernos en ‘prime time’ . Si bien no llegó tan lejos como en la primera edición de ‘La isla de las tentaciones’, su affaire en la piscina con Julián ha puesto en la cuerda floja por enésima vez su relación con Christopher . Aunque también van 2921241 veces que su novio vuelve a perdonar deslices. «Fani me ha prometido que no me va a volver a fallar, si lo hace se termino para siempre » comentaba tras la hoguera de confrontación en el anterior episodio. Christopher no es que se tropiece dos veces con la misma piedra, es que directamente se ha empadronado en el suelo. Al menos él reconoce que «cada vez que llego aquí me llevo un palo».
La traición de Isaac
Ahora bien, después de lo visto esta noche el novio de Fani se puede disputar con Lucía el título de concursante más desgraciado en el amor de todas las ediciones. Y es que el tercero en caer en la tentación ha sido Isaac. Tras la llegada de Bela a Villa Playa no había que ser pitoniso/a para adivinar que entre ambos pasarían cosas para mayores de 18 , pero los acontecimientos han ido más rápido de lo previsible.
A la pobre Lucía no le ha podido salir peor la estrategia de expulsar a la tentadora de Villa Luna: a las pocas horas de entrar Bela, y después de intercambiar varias fases de tonteo que emocionarían a Nora Ephron, el todavía novio de la gaditana se lanzaba a la boca de su antiguo rollete . Sí, el mismo que juraba y perjuraba que no haría daño a su novia. Y el mismo que en la anterior edición lloraba desconsolado por verla sufrir cuando Manuel la engañó también delante de media España.
Claramente del dicho al hecho hay un trecho insalvable para algunos, por lo que, después de un intercambio de insinuaciones nada sutiles acabaron dándose primero el lote y más tarde, carricoche . «Me alegro mucho que hayas tomado la decisión de dejarte llevar», comentaba sugerente la muchacha antes de comerse los morros. «Si no, ¿para qué estoy aquí, no?». Sin pretenderlo la mejor respuesta se la ha dado más tarde Christofer al recriminarle su manera de actuar. «Si no te gusta hacer daño a otra gente, sabiendo que lo podéis hacer fuera, haber aguantado». Se tenia que decir y se dijo.
Sobra decir que el encuentro entre Isaac y Bela ha traído cola. Por primera vez en la historia del programa se ha activado el visitando de emergencia, enseñando sin hogueras de por medio y a quemarropa en la otra casa «el hecho que puede marcar de manera definitiva el curso de una de las parejas», en palabras de Sandra Barneda . Pero ninguno de los inquilinos de Villa Luna vio venir las imágenes que la presentadora iba a mostrarles en la tablet.
Sin embargo, contra todo pronóstico, Lucía no se ha venido abajo al ver a su novio en plena ebullición. Al contrario, si los zascas fueran balas el Lobo estaría tres veces enterrado. Cierto es que la muchacha tiene ya experiencia en infidelidades televisadas de su pareja, pero tiene mérito semejante lección de amor propio después de ser traicionada por segunda vez y encima tener que verlo. «Si hay algo que he aprendido del año pasado a este es que no voy a perder la salud por un hombre ¿Me duele? Sí. ¿Me importa? Una mierda. No pasa absolutamente nada. Me siento mal, decepcionada, pero el dolor que sentí cuando Manuel me lo hizo no lo he sentido. Si no me he muerto por Manuel, no me voy a Morir por él», le contestaba con firmeza a Barneda.
La de Puerto Real se ha negado incluso a tener un encuentro con su hasta entonces pareja para darle puerta. «No quiero saber nada más de esa persona. No lo quiero ver ni para despedirme . Ya no es mi pareja; él actúa como si no la tuviera, así que no le tengo ni que comunicar nada», aseveraba.
Casi que se ha visto más compungidos a Marina y Manuel. Entre lágrimas, su ex amiga lamentaba la situación. «Lo sabía, yo he vivido exactamente lo mismo que tú porque esta persona es así. Al final las personas no cambian, aunque también lo defendí a capa y espada». Aunque el auténtico 'plot twist’ es el del gaditano . El mismo que le puso los cuernos en ‘La isla de las tentaciones 2’ y que lleva todo el programa jactándose de que Isaac también le es infiel, ha acabado con la lágrima saltada. «Me ha dolido un montón porque tú no te mereces eso», le decía afligido a la que fuera su pareja. Poco después se terminaba de romper del todo al reconocer Lucía que él es su mayor apoyo, «como si fuese familia», en la aventura. Esta trama promete.
Bonus track del programa de hoy. Pasada la tormenta de Lucía e Isaac, a visaba Sandra Barneda a los habitantes de Villa Playa de que dos de ellos debían abandonar la casa sin despedirse de sus compañeros . Los elegidos han sido Alejandro y Marina, que han intercambiado localización con Mayka y Jesús. Este último ha sido el único entusiasmado por el cambio; de hecho, ha confesado sus ganas de que «haya movimiento». A juzgar por la cara de Isaac cuando ha visto a aparecer a la sevillana de nuevo por la puerta de Villa Luna, va a ser una frase premonitoria.
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